historia01Doctrina desde 1619 en el segundo Obispo de Arequipa, Pedro Perea y Grimaldo la segregó de la doctrina de Moquegua para formar una aparte con Yacango, nació a la vida independiente como doctrina “SAN AGUSTIN DE TORATA” y por esta condición al promulgarse la constitución del 12 de Noviembre de 1823, automáticamente paso a la categoría de Distrito, al igual que todas las demás doctrinas del Extinguido Virreynato. Capital de distrito el pueblo de Torata éste se halla a 2,140 metros de Altura sobre el nivel del mar, a 25 kilómetros de Moquegua.

El 22 de enero de 1540, Francisco Pizarro desde el Cuzco, incluyo a Torata en la extensa encomienda con que favorecido a Lucas Martínez Begazo, desde Ilo hasta Tarapacá. El encomendero Martínez para poner fin al pleito que seguía ante la justicia de Arequipa con Hernando de Silva, dio a este por escritura de 12 de febrero en Arequipa para quedarse con los 135mitimaes del Collao que vivían en la Cochuna sobre los que tenían derecho y que Hernando de Silva reclamaba también como los suyos. Seis años más tarde en 1550, Martínez Begazo se desprendía voluntariamente de los indios de la Cochuna y los devolvió a la corona para que ésta los encomendara a la Princesa cuzqueña Isabel Palla, la que según Montenegro y Ubaldi era hija de Martínez Begazo en una princesa cuzqueña. La encomienda de cochuna revertiría a los pocos años a Martínez Begazo, pues este el 14 de Abril de 1559, se deshacía de ella a favor de Juan de Castro, a cambio de la que castro poseía en Pica y que como una cuña interrumpía la continuidad geográfica del dilatado territorio del encomendero.

historia02Conocida la Cochuna desde la conquista incaica en su avance hacia el Oeste, los aborígenes se parapetaron con sus mujeres e hijos en “Cerro Baúl” a 2,452 metros sobre el nivel del mar y allí durante 50 días resistieron el hambre impuesto por el asedio de las huestes quechuas de Maita Capac, 4º inca, que luego conquistara Moquegua. Sometida la región, los nuevos pobladores quechuas familiarizados ya con el medio en que vivían, dejaron de lado el nombre de Cochuna para comenzar a llamarse “THURITA” cuyo significado “detenerse sin caer”, “pararse firme”, “asirse a alguna cosa para no caer”, propicias a resbalones y caídas.

Torata se halla vinculada a acontecimientos importantísimos en la vida del Perú. En la Calera, en Torata Alta, el moqueguano Coronel Bernardo Landa y Vizcarra, al frente de cien soldados de Miller y unos 20 paisanos, derroto el 28 de mayo de 1821, al Comandante realista Felipe Rivero, haciendo prisionera a la mayor parte de su tropa, excepto unos 20 que se liberaron y se dirigieron a Arequipa. Fue su suelo escenario de la batalla librada el 19 de Enero de 1823, en las alturas de Ilubaya y Valdivia, entre los patriotas (peruanos, argentinos y chilenos) comandados por el general argentino Rudecindo Álvaro y los realistas al mando del General Jerónimo Valdez, a quien sonrió el resultado de la contenida, venciendo nuevamente a los patriotas dos días después de la batalla de Moquegua, el 23 de Enero. Por este hecho de armas y por el decidido apoyo de los torateños a la causa patriota, el pueblo de Torata, capital del distrito, fue elevado a “VILLA” por ley promulgada por el general La Mar el 6 de junio de 1828 y que el congreso aprobara el 3 del mismo mes, y años más tarde como un homenaje a Torata el gobierno de Castilla creaba el regimiento de Caballería “CARABINEROS DE TORATA” con cuatro compañías . el 27 de enero de 1895, se realizó igualmente en territorio torateño, el enfrentamiento de los caceristas con los pierolistas al mando del bizarro guerrillero Juan Luis Pacheco de Céspedes (El Cubano) que muriera ese día en el Combate de Torata, sin alcanzar a ver el triunfo de la revolución coalicionista con Piérola, ocurrida dos meses después.


historia03Con un hermoso templo de piedra, levantado desde 1691 y durante 23 años por el Vicario de Torata, Bachiller Ambrosio Javier Galdámez y Corterreal, y remozado por la Corporation de Moquegua de 1961 a 1965, el patrón del pueblo “San Agustín” sin festejos cada 28 de agosto durante muchísimos años, ha dado lugar en cambio a un devoción mas fervorosa a la virgen de la Candelaria o María Santísima de la Purificación, cuya imagen copia de la de Copacabana, se festeja con gran solemnidad cada dos de febrero, desde el año 1600, con llamativas manifestaciones costumbristas que vienen repitiéndose de generación em generación,

En territorio tarateño con poética, atrayente y sugestiva campiña y clima envidiable, se encuentran los ricos yacimientos cupríferos de Cuajone y Quellaveco, el primer de los cuales en explotación desde Noviembre de 1976, viene rindiendo también desde 1980 apreciable producción de molibdeno y desde su inicio alrededor de 180 mil toneladas métricas de cobre, co las que viene casi a doblarse la producción nacional, permitiendo con ello que el Perú se ubique en el cuarto puesto entre los países productores de cobrizo metal. En el asiento minero, sus poblaciones Villa Cuajone y Villa Botiflaca, nacieron como villas desde que comenzaron su edificación con el “Proyecto Cuajone” a partir de 1970, y si bien reúnen las condiciones , sobre todo la ultima, para ostentar esa categoría política, precisan deldispositivo legal que las coloque como tales dentro de la nomenclatuira políticadel país. También forman parte del distrito de Torata, los caserios de Yacango y san Mateo de Tumilaca (este último de Samegua cuando era Distrito) y los pagos de Ilubaya, Chuschusquea, Paralaque, chujulay, Pocata. Otora, Coscore y Quele.

Torata, “La Suiza de Moquegua” en la época que el mejor remedio para el mal de Koch era el clima y la buena alimentación, ha dado hospitalario albergue a los que, de las localidades y departamentos vecinos, acudían a su suelo para la cura de su dolencia pulmonar. Con una población censada en 1961 de 3,342 habitantes, 728 en el casco urbano y 2,614 en el campo, en once años lo aumento en 238 personas, pues el censo de 4 de Junio de 1972, arrojo 713 viviendas y una población de 3,580 habitantes y de ellos 1, 744 en el medio urbano y 1,836 en el rural. Tan irrisorio aumento es explicable por el éxodo a que la estrechez económica del medio obligo a muchas familias y a su juventud a dejar el suelo nativo, para establecerse en Moquegua, Lima y Arequipa. Torata ha sido cuna de apellidos de figuración en la vida socio económico y cultural de ese pueblo y de Moquegua, principalmente. Los becerra, los Moscoso, los Nieto, los Chipoco, los Espinoza, los Scarsi, los Valdivia, una rama l de los Pinto, los Maldonado los Davila los Pérez, los Rodríguez, los Vera, los Cuellar, los Barrera, los Portilla, los Salas, los Zegarra, los Zeballos, los Montes, los Juárez, los Bejarano, los Céspedes. Los Jiménez, los Lagos, los Rospigliosi, los Medina, los Valencia, los López, los Ojeda, y otros cuyo involuntario olvido merece disculpa, son de los apellidos mas conocidos que rebasaron los linderos de heredad natal , para afincarse en otros lares de mejores horizontes . en la actualidad es Torata sede de los oriundos de los pagos vecinos y de un buen numero de puneños, con probable aumento de su población en el censo de 1981. Los trabajadores de Toquepala y los de Cuajone con inicio de su proyecto desde 1970, a 20 Kilómetros este ultimo del pueblo, al igual que el asiento minero de Quellaveco a 55 kilómetros , han sido traído un notable bienestar económico a muchas familias , pero en los poblanos del lugar no hay el estimulo suficiente que lleve a superara en cada quien, ese sentido egoísta de la propia conservación que ahora prima, para hacer de La Villa del Silencio una nueva Torata, pujante y progresiva, con la recuperación del perdido espíritu de acogedora hospitalidad, que antaño lo caracterizara.


Entre los apellidos mencionados hay muchos que destacaron y destacan en distintas profesiones y en diversas actividades. Por su actuación histórica en el caso de Manuel Camilo de la Torre, y cultural tratándose de Juan B. Scarsi Valdivia, se tratara brevemente del primero, habiendo hecho ya del segundo de los nombres en el Cap. VII “LAVIDA CULTURAL DE MOQUEGUA” de este libro.

MANUEL CAMILO DE LA TORRE BARBACHAN.- Nació en Torata el 10 de Abril de 1847 del matrimonio de Raimundo de de la Torre y de Doña María Santos Barbachan, ambos también oriundos del mismo lugar. Ex alumno del colegio “la Libertad” de Moquegua, se recibió de abogado al término de sus estudios en la Universidad San Agustín de Arequipa en 1875, casándose al año siguiente con la dama moqueguana Mercedes Menéndez. Encontrándose en Iquique en ejercicio de su profesión, al estallar la guerra con chile organizó con Alfonso Ugarte en la victoria del Perú en Tarapacá. Coronel a los 32 años, como jefe de detalle y miembro de la Junta de Guerra, con los demás jefes de la guarnición de Arica, dieron apoyo unánime al anciano Coronel Francisco Bolognesi en su histórica respuesta “Pelearemos hasta quemar el último cartucho” dada al parlamentario chileno Ju7an de la Cruz Salvo al intimarles la rendición de la plaza, en donde con otros peruanos cayera prisionero al termino del combate el 7 de junio de 1880. Recuperada su libertad en 1882, acompaño a Cáceres en la campaña de la Breña y al término de la guerra con el tratado de Ancón, dos años después salió elegido diputado por Moquegua en 1886. Ejerció el Consulado del Perú en Iquique en 1890 y el mismo año de le confió el traslado de Chile de los restos de Grau y de sus Valientes compañeros que rindieron tributo a la patria en el combate naval de Angamos, el 8 de Octubre de 1879.

Radicado en Lima con su única hija Mercedes victoria de la Torre Menéndez ejerció la Prefectura y la comandancia General del Ejercito. Falleció el Coronel Manuel Camilo de la Torre en lima el 10 de febrero de 1912, a los 65 años , en su casa de la calle Caridad Nº 606 (hoy sexta cuadra del Jirón Junín a un costado del Congreso), en donde montaron guardia fuerzas del ejército en uniforme de parada. En su sepelio el ataúd fue llevado en hombros por sobrinos del extinto y un Ayudante en representación del moqueguano, entonces Ministro de Estado Dr. Domingo M. Almenara. Cerrando el numeroso cortejo, el batallón de Infantería Nº 7 y una sección de ametralladoras rindieron los honores militares al distinguido coronel-Abogado combatiente en la guerra del pacifico, con el toque de silencio, luego de los discursos que en nombre del ejercito pronunciaron el Coronel Alcalá y el Mayor Miguel Gonzales Otoya.

Su tierra natal, en vida lo declaró “ HIJO PREDILECTO DE TORATA” y después de su muerte perenniza su nombre la callea en donde nació, sumándose Moquegua a este homenaje al nominar “MANUEL C. DE LA TORRE”, desde marzo de 1980al centro educativo Perú Birf uno de los más importantes del departamento.

JUAN LUIS PACHECO DE CESPEDES “EL CUBANO”.- Por su vinculación con sucesos que gravitaron en la vida del país como la guerra con chile y la revolución pierolista en escenarios de Tacna , Moquegua y Torata, algunas líneas pretenden perfilar al personaje de quien el sur del país y en especial Torata, guardan el gallardo recuerdo de su valentía y desinterés en las causas que abrazo como suyas, no obstante su nacionalidad extranjera.


Juan Luis Pacheco de Céspedes nació en Cuba en 1853. Tenía cercado parentesco- hijo según su nieta daría luisa con Carlos Manuel de Céspedes abogado y patriota cubano que ne 1868 lanzó en Yara el grito de ¡Viva Cuba Libre! de la que fue su Presidente hasta 1873, año en que relevado de su cargo se retiro a una finca de sierra Maestra, en donde fuera muerto por unos asaltantes españoles.

Junto con el peruano Leoncio Prado, a los 15 años Juan Luis intervino en la guerra que llamaría de los “Diez Años” iniciada por su pariente por la independencia de Cuba, trayendo como recuerdo imperecedero de su participación una herida en la rodilla derecha que siempre llevaba vendada. Pacheco vino al Perú antes de la guerra con Chile, en cuya contienda también con su amigo Leoncio Prado estuvo presente en las acciones de Pisagua, Iquique y en alto de la Alianza el 26 de Mayo de 1880. Ocupada Tacna por los chilenos, y librado el combate de Arica, Pacheco de Céspedes con un escuadrón de jóvenes voluntarios hostilizo continuamente a los invasores tanto en Tacna como en Moquegua, cuyos territorios le eran familiares por sus continuas correrías, haciendo otro tanto Gregorio Albarracín con sus guerrillas en Tacna. Las ultimas noticias de Pacheco harto conocido de nombre por los chilenos, por su sorda solapada y valiente lucha contra sus destacamentos, las da el mismo invasor en correspondencia de Iquique al Diario Oficial chileno de Lima, 2 de Octubre de 1883, dando cuenta que Juan Luis Pacheco de Céspedes, no creyendo prudente estar cerca de ellos en su cuarta y última ocupación de Moquegua, se retiraba a Arequipa.

Al termino s de la guerra, al par4cer se dedico a la minera en la sierra central y en una de sus visitas a Lima en 1886, a los 33 años rapto a Daría Herze dulce y ferreyros, joven de 17 años a quien enamoraba, casándose con ella sin la presencia de sus familiares de estirpe española que se oponían al enlace por ser extranjero el pretendiente. En 1888 ante el próximo alumbramiento de Daría y a lomo de acémila retorno de las minas de la sierra, llevándola a la calle Copacabana de Lima, a casa de su madre en donde nació el primer hijo de Juan Luis Pacheco de Céspedes Herze y Dulce. Continuando de minero en la sierra durante algunos años, se le encuentra nuevamente en 1894 en tierras moqueguanas “nervio y cerebro del pierolismo”- como dijera López Albujar- en donde no se habían olvidado de las montoneras que años atrás, cuando desembarcando del bergantín “El Talismán” en Ilo, el 1º de Noviembre de 1874 organizara el mismo Piérola. Adictos desde entonces al caudillo demócrata, los moqueguanos nuevamente formaron guerrillas con el Coronel Eduardo Yessup para unirse a la revolución coalicionista fraguada por los partidos demócrata, civil y constitucional, que había estallado en el sur contra Cáceres que por segunda vez detentaba el poder el 10 de agosto de 1894. En esa época, también con el mismo fin y militando en el mismo bando, en sus andanzas guerrilleras entre Moquegua y Torata, aparece Pacheco de Céspedes con su escuadrón “Los Cabitos” al que se había dado este nombre por la juventud y buen numero de reclutas ascendidos a esta clase. Con una merecida aureola de valentía y notoriedad con ribetes de leyenda que ostentaba Pacheco desde la ocupación de Moquegua y Tacna por los Chilenos, a quienes con los pobladores de una y otra ciudad hostigo continuamente sin amedrentarse, y esta vez en las luchas intestinas del país, en causa común con la coalición, para combatirlo y sofocar la rebelión de Moquegua, las fuerzas leales a Cáceres despacharon de Arequipa el batallón “Gendarmes” al mando del comandante Marcos Elías Sotillo, y el escuadrón “Vanguardia” comandado por Héctor García que había actuado como subordinado de Pacheco contra los chilenos en Pachía en setiembre de 1881, a los componentes del “Vanguardia” , se les llamaba “Los Calabreses”, por el color rubicundo de la tez de algunos de algunos de ellos descendientes tal vez, de italianos de Calabria, los citados cuerpos de ejército acantonaron en el cuartel que existía en yarane, en la otra banda del rio Torata, y en el local que en la actualidad ocupa el puesto de la Guardia Civil.


En la noche del 25 de noviembre de 1894, Pacheco ataco a los caceristas en su cuartel de Yarane. El mayor número de muertos y heridos en las filas adictas al gobierno, alentó en los caceristas el deseo del desquite. Después de 33 días, se dice que “los Calabreses” se encontraban oyendo la misa de diez en la iglesia del pueblo cuando por segunda vez irrumpió Pacheco con sus guerrillas en distintas direcciones de tranquilo pueblo. Repuestos de la sorpresa, tanto los vanguardistas como los gendarmes se replegaron en guerrillas para atacar por distintos frentes a los 800 imberbes jinetes de Pacheco. En este combate librado desde las diez de la mañana hasta la una de la tarde del 27 de Enero de 1895, herido Pacheco en su caballo blanco, desde distancia fue víctima de las balas de los calabreses Capitán Carlos Castro y los Tenientes Cánepa y Ricardo Prado, como lo consigna el historiador Tacneño Fortunato Zora Carvajal. Empero por la distancia que mediaba entre los combatientes y lo certero de los disparos , se hace verosímil la versión que se ha venido transmitiendo en el lugar de los de los sucesos, de que un resentido de su propia tropa fue el que diera muerte por la espalda.

En el camino de herradura hacia Torata Alta y no de lejos de la acequia de Chacane, una cruz de fierro ya desaparecida recordaba el sitio en donde fuera abatido por las balas a los 42 años, el famoso guerrillero a quien a quien se le conociera con el apodo de “EL CUBANO” por su país de origen. Sus restos reposan en el cuartel Santo Domingo del cementerio Ángela Vizcarra Vda. De Angulo, en Moquegua y en su tumba una lápida ostenta la leyenda: “Los jefes y Oficiales del Glorioso Regimiento de Caballería Nº 1 “Huasares de Junín” al Coronel Juan Luis Pacheco de Céspedes muerto en el combate de Torata el 27 de Enero de 1895”.

A su muerte, “EL CUBANO” dejo tres hijos: Juan Luis, Angélica y Daniel de siete, cinco y tres años de edad. El ultimo, Daniel, vivió y murió en Méjico, Angélica ya anciana radica en Oxford y el mayor Juan Luis, compositor musical de edad bastante avanzada vive en lima con su segunda esposa Kay Mc Kino, Directora del Ballet Folklórico, Daria, tres años después de muerto su esposo, en segundas nupcias acaso con funcionario bancario José Payán que fuera intimo amigo de Pacheco teniendo tres hijos: Daría, José y Jorge Payán Herze Dulce.

Del primer matrimonio del primogénito Juan Luis, realizado en su juventud en Francia, viven dos hijas: Ana María residente en Méjico y la mayor daría luisa Pacheco de Céspedes Goulier con residencia en Montreal, Canadá, en donde labora en una radio a quien corresponden algunos de los datos de este apunte biográfico se constituyo en Moquegua el 23 de Octubre de 1979 para visitar la tumba de su abuelo “EL CUBANO” en el cementerio general y también el teatro de los sucesos den Torata Alta , en donde cayera acribillado el bizarro guerrillero.